A través de la meditación podemos hacer circular la energía en nuestro cuerpo para liberar bloqueos, energías pesadas, emociones … Estamos hechos de materia y energía, y de forma natural la energía circula por nuestro cuerpo. Pero a veces este flujo de energía se perturba, se estanca o se obstruye.
Las prácticas corporales y meditativas como el Qi Gong restauran el flujo de la energía, liberando los obstáculos que pueden obstruirlo y logrando así una circulación armoniosa y fluida. A través de este proceso, se liberan tensiones profundas de todo tipo : físicas, respiratorias, emocionales… En la tradición china a esta labor se la denomina “liberar las piedras del río para que el agua cante”.
Cuando la energía circula libremente todo el organismo se beneficia. La vitalidad aumenta, y podemos encauzar esa energía plena en nuestro camino de vida.