El verano corresponde a la fase Fuego de la Energía. La energía Yang llega a su máxima expresión en la Naturaleza y el Ser humano.
Es el momento de dar expresión a esa potente energía, siguiendo las horas de luz, durmiendo menos y teniendo mayor actividad.
A través de la práctica corporal del Qi Gong podemos refrescar y armonizar nuestra energía con la naturaleza, cuidando el corazón y armonizando nuestra mente y emociones.
De esta manera, adaptándonos a los cambios propios del verano, podemos transitar esta estación en armonía.